Cómo medir y utilizar Delta T para pulverizar mejor
Saber que el valor Delta T existe está muy bien, pero ¿cómo puedes medirlo y utilizarlo realmente?
Cómo medir el valor Delta T
El valor Delta T se calcula mediante la fórmula
ΔT = Temperatura del bulbo seco – Temperatura del bulbo húmedo
Por lo tanto, necesitas medir la temperatura del bulbo seco (temperatura normal del aire) y la temperatura del bulbo húmedo (temperatura influida por la humedad). La diferencia entre estos valores da como resultado el valor Delta T.
La mayoría de las herramientas meteorológicas, como los medidores manuales, las estaciones meteorológicas agrícolas e incluso algunas aplicaciones meteorológicas, pueden calcular el valor Delta T automáticamente. Invertir en una estación meteorológica fiable te garantiza la obtención de datos precisos y en tiempo real del valor Delta T para tu explotación.
Farmable facilita aún más este proceso integrando los cálculos de Delta T en su plataforma de gestión de explotaciones. Con unos pocos toques en un móvil, los productores pueden comprobar al instante las condiciones de Delta T antes de iniciar sus operaciones de pulverización.

Utilizar Delta T para la pulverización
- Comprueba el intervalo Delta T antes de pulverizar. Si está entre 2 y 8, las condiciones son ideales para pulverizar.
- Ajusta los horarios de pulverización. Si el valor Delta T es demasiado alto, espera a las horas más frescas del día (a primera hora de la mañana o a última de la tarde). Si es demasiado bajo, espera a que se reduzca un poco la humedad.
- Modifica el tamaño de las gotas. Las gotas más grandes pueden ayudar a reducir la evaporación cuando el valor Delta T es alto.
- Utiliza aditivos si es necesario. Algunas fórmulas ayudan a que los aerosoles se adhieran mejor en condiciones que no son ideales.
- Aprovecha las herramientas de seguimiento meteorológico de Farmable. Así tomarás decisiones precisas y adecuadas con respecto a las pulverizaciones y podrás evitar condiciones medioambientales adversas.
Siguiendo estos pasos, puedes maximizar la eficacia de tus aplicaciones químicas, minimizar los costes y mejorar la calidad de las cosechas.