¿Cuál es el mayor coste en agricultura? Mano de obra
Lars Petter Blikom explora el impacto del trabajo manual en los costes operativos generales de la explotación agrícola.

Artículo original escrito por Lars Petter Blikom (fundador de Farmable) publicado en inglés. Traducción al español por Elena Guillén Alvarez.
El problema más urgente que se debe abordar en el cultivo de frutas, bayas y hortalizas es la dependencia del trabajo manual. Durante los últimos cien años, la mecanización de la agricultura ha permitido a los agricultores cultivar cada vez más tierras con una maquinaria más grande y no con más manos.
Por desgracia, este desarrollo no se ha extendido a las frutas, bayas y verduras, donde tradicionalmente eliminar la maleza, cosechar y realizar otros trabajos en el campo todavía se hace de forma manual.
.En el caso de mi finca de Noruega, creo que eliminar el trabajo manual durante los próximos 5 a 10 años puede resultar en un éxito o un fracaso para nuestro negocio. La razón es doble: en primer lugar, cuesta demasiado. En segundo lugar, es demasiado difícil cumplir con las regulaciones.
La mayor parte de los gastos provienen de la mano de obra
Suelo usar mi propia finca como ejemplo para hacer cálculos. Cultivamos fresas, frambuesas, manzanas, ciruelas y peras en más de 50 hectáreas. El 60% de los costes totales en 2020 correspondieron a los sueldos. Estos sueldos también generan un “impuesto patronal” (así es nuestro gobierno, que nos penaliza por dar trabajo a la gente), por el cual se deben pagar más impuestos. Este impuesto es de alrededor del 7% y eleva nuestros costes laborales totales al 67%. En pocas palabras, si buscas oportunidades para reducir costes, no busques más. Tienes que encontrarlos en este tipo de costes.

Salarios altos significa comida cara
No se puede negar que a lo largo de la historia el trabajo de los temporeros no ha sido una forma fácil de ganarse la vida. Sin embargo, los políticos y el público en general son hipócritas sobre este tema, ya que quieren que todos los empleados ganen más dinero y obtengan más beneficios. Eso sí, cuando van al supermercado, la comida tiene que ser barata.
Dado que este es un tema delicado, permitidme ser muy claro: solo quiero lo mejor para todos los trabajadores del sector y, en particular, para nuestros propios trabajadores temporales.
Sin embargo, cuando el coste de producción excede el valor del producto, el sistema se rompe. Nadie consigue trabajo. Nadie recibe comida.
Sé que Noruega no es el mejor ejemplo para representar los sueldos y la regulación de los trabajadores en el mundo, pero creo que la riqueza general de Noruega nos permite avanzar más rápidamente hacia esta tendencia. El resto del mundo lo hará a su debido tiempo. Y si estoy en lo cierto, los agricultores de otros países deberían prepararse para ofrecer habitaciones individuales con ducha y televisión a todos los temporeros, no más de 8 horas de trabajo al día (con un margen muy pequeño para las excepciones) y ninguna flexibilidad para hacer cambios en las horas de trabajo: si llueve y no puedes cosechar, tienes que pagar los sueldos igualmente. Si las fresas maduran una semana más tarde de lo esperado, tienes que pagar los sueldos igualmente. Si contratas a alguien incapaz de hacer el trabajo, tienes que pagar los sueldos igualmente.
El problema de base es simple: el valor que produce un trabajador temporal en 8 horas no es suficiente para pagar una habitación individual con ducha y televisión. Este es un hecho, independientemente de los valores éticos y morales, y de las discusiones políticas sobre el valor de las personas.
Solo veo una solución a corto o medio plazo en Noruega y probablemente a medio y largo plazo en el resto del mundo: eliminar gradualmente el trabajo manual.
El coronavirus ha obligado a los agricultores de todo el mundo a replantearse todo lo que hacen. Estoy seguro de que se han encontrado con ideas en las que no habrían pensado en un año normal. En mi finca ha sido así. Nos hemos pasado a la poda mecánica y hemos ahorrado 2000 horas de trabajo manual. Esta tecnología no es nueva. Otros productores de frutas de otros lugares del mundo quizá piensen que este cambio debería haberse recorrido hace décadas. Muchas tareas se pueden cambiar, al menos parcialmente, usando maquinaria con algo de motivación externa. Sin embargo, todavía habrá muchas tareas que requieran trabajo manual.
Introduce robots
Dedica unas horas a la búsqueda de robots agrícolas en Google. Es muy alentador. Los robots riegan y fertilizan únicamente los lugares donde sea necesario. Podan, recortan y cosechan.
Yo no quiero tener un robot. De verdad. Porque sé que en la agricultura todo se acaba rompiendo con el tiempo.
Los agricultores suelen ser bastante manitas. En general, ellos mismos arreglan las cosas. ¿Hay fallos mecánicos y eléctricos? Sin problema. ¿Problemas hidráulicos? Sin problema. ¿Bombas y compresores? Sin problema. ¿Pero y si se estropea el sistema de control de un robot?
Además, ¿cómo le dices al robot dónde tiene ir y qué tiene hacer? ¿Y cómo sabes lo que ha hecho después de decirle que hiciera algo? Vale. Seguro de que no se ha ido al bar a tomarse una cerveza, pero ¿ha regado todo bien? ¿Ha usado la dosis adecuada en el lugar adecuado?
Hay muchas iniciativas para desarrollar robots en la agricultura, pero su uso en el campo dependerá de los agricultores. Y para ello, es necesario que existan procesos que generen cierta confianza en la ejecución de los trabajos de campo. Hay muy poco margen de error porque, como hemos dicho anteriormente, los errores no se pueden corregir hasta el año siguiente.
Por esta razón los agricultores deben prepararse. Y la mejor manera de prepararse es empezando a desarrollar sistemas y modelos que conecten a los agricultores con los robots en el futuro. Y esa preparación parte de reinventar la forma en que recogemos, organizamos y usamos nuestros datos.